sábado, 26 de agosto de 2017

Relato para el Concurso de Zenda: #AmoresDeVerano


" Las casualidades existen "




Era una calurosa tarde de verano. Yo tenía que estudiar para recuperar algunas asignaturas pendientes. Tras unas intensas horas de estudio me sentía absolutamente agobiada y necesitaba dar un respiro.
Me acuerdo de que había un concierto de jazz muy interesante.
Quiero escribir a mis amigas pero torpe de mí que no encuentro el móvil.
Así que decido salir a buscar cerca de mi casa. Miro con detalle cada esquina para asegurarme que ahí no está cuando de pronto escucho unos maullidos. Entonces me acerco sigilosamente hacia unos arbustos y descubro que hay un bonito gato de pelaje rubio y blanco.

Me doy cuenta de que no tiene nada comida. Parece que está deshidratado. Así que saco una botella y le doy un poco de agua. Quizás no sirva de mucho pero al menos lo intento. El gato comienza a ronronear, la verdad es que esto me produce bastante ternura pero sé que no puedo llevármelo pues tengo que encontrar lo antes posible mi móvil y no tengo tiempo. De momento lo único que puedo hacer es regresar a mi casa. Según voy caminando continúo escuchando maullidos, giro la cabeza y cuál es mi sorpresa que veo como  me está siguiendo. Cuando llego al portal  observo que el gato todavía permanece a mi lado. Así que decido cogerlo en brazos y subirlo conmigo, pienso que quizás sea una buena idea pues así puedo darle algo de comer para después soltarlo. Cuando llego a casa el gato no quiere comer nada, se va hacia mi dormitorio y empieza a rasguñar la puerta. Me quedo mirando con cierta inquietud y pienso que quizás esto sea una señal de donde puede estar mi móvil. Abro la puerta para mirar en el armario a ver si quizás está entre la ropa pero nada, parece que no hay manera de encontrarlo. Cuando ya estoy muy cansada decido tumbarme en mi desordenada cama. De nuevo vuelve a maullar muy fuerte, empiezo a remover entre las sábanas y encuentro al gato junto a mi móvil.

No puedo salir de mi asombro pues ese misterioso gato al que traté de ayudar generosamente dando un poco de agua me había encontrado " milagrosamente " el móvil.
Entonces decido escribir a mis amigas para confirmar la hora en la que quedaremos para el concierto. No recibo respuesta pero no me importa. Me he dado cuenta de que la mejor opción es cuidar de este pequeño felino que sin darme cuenta se ha ganado mi confianza. Ahora forma parte de mi vida. Y es que a veces nos pasamos la vida tratando de encontrar el amor verdadero sin darnos cuenta de que todo llega a su debido momento.
Quien me iba a decir que este gato se convertiría en mi amigo más fiel, un amor realmente puro que siempre sabe transmitirme optimismo. 

Ahora sí puedo decir que las casualidades existen.



Cristina López Hara


No hay comentarios:

Publicar un comentario