miércoles, 4 de enero de 2017

" El verdadero espíritu de la Navidad "


Eran las vacaciones de Navidad y Marco un niño de 8 años estaba escribiendo su carta a los Reyes Magos. 
Soñaba con unos nuevos juguetes que estaban muy de moda y que sus amigos ya tenían.
De pronto alguien llamó a la puerta.
Era su madre.

- ¡Marco tenemos que ir a ver al abuelo que está muy malo en el Hospital!

El no comprendía mucho lo que estaba pasando y se sentía incómodo porque quería terminar de escribir su carta a los Reyes Magos.
Al llegar allí Marco observó a su abuelo tras un cristal.
No entendía como podía estar así pues hace días le leía cuentos, salía a pasear, incluso le ayudaba con los deberes.
Salió corriendo y se dirigió hacia él, se puso a llorar recordando los buenos momentos que pasaron juntos. Mientras se acordaba decidió cogerlo de la mano y se dio cuenta de que su abuelo sonrió.
No se lo podía creer. Eso significaba que le había estado escuchando y estaba feliz de que en esos momentos tan difíciles seguía junto a él.
Así pasaron los días y el abuelo mejoró mucho.
Pudo hablar y lo primero que dijo fue:

- Muchas gracias por estar conmigo estos días. Gracias a ti soy feliz.

De pronto Marcos escuchó una fuerte voz, era su madre que le estaba llamando.
- ¡ Marco despierta, tenemos que ir a ver la Cabalgata de Reyes !

Abrió los ojos y se dio cuenta de que por muy real que pareciese todo había sido un bonito sueño.
Entonces interpretó esto como un mensaje para aconsejarle cambiar de actitud.
Así que Marcó decidió estar más cerca de sus seres queridos y pensó que sería una buena idea salir a pasear con su abuelo.

Caminaban por las bonitas calles llenos de ilusión.

Llegaron a la Plaza Mayor y vieron un gigante árbol Navideño lleno de luces que irradiaban felicidad.

Se miraron fijamente a los ojos y Marco notó que su abuelo tenía un brillo especial en los ojos, sabía que estaba emocionado de poder estar con él. 

Tuvo una sensación muy bonita difícil de explicar. 

Sentía como una gran paz en su corazón y dijo:

- Abuelo he llegado a una conclusión.
En la vida todo pasa muy rápido, por eso tenemos que estar siempre unidos. Y me siento orgulloso de tenerte conmigo porque siempre me cuentas cosas muy interesantes y me entiendes en todo momento.


- Ay Marco, yo he vivido miles de situaciones difíciles pues en mis tiempos ir a clase era todo un lujo. Y en Navidades los regalos eran escasos. Recuerdo que un año me regalaron canicas, otro año un balón. Incluso me trajeron un parchís usado de mis hermanos mayores.
Es que en mi época nos conformábamos con cualquier cosa.
Lo material no tenía la misma importancia que hoy en día.

- ¿ Pero cuando eras pequeño no escribías cartas a los Reyes Magos ?

- Evidentemente que sí y casi nunca me traían lo que yo les pedía. Pero lo importante al final era la ilusión y la felicidad de estar con la familia. Porque lo material siempre cambia, no es algo eterno pero sin embargo la esencia de los buenos recuerdos es inmaterial y perdura a lo largo del tiempo.



Entonces Marco  entendió cual es el verdadero significado de la Navidad y de la vida en general. A pesar de los problemas lo importante es tener una buena actitud, acompañar a nuestros seres queridos en los momentos difíciles. Porque la vida al fin y al cabo es como un espejo que nos muestra el reflejo de lo que hacemos y por eso siempre tenemos que procurar ser buenos.

Cristina López Hara

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